El Líbano, al igual que Siria, puede considerarse parte de Tierra Santa por varias razones históricas, religiosas y culturales, que reflejan su rico patrimonio y su profundo entrelazamiento con las tradiciones abrahámicas.
Aunque el término Tierra Santa se refiere más comúnmente a regiones donde se encuentran lugares directamente relacionados con la vida de Jesucristo, principalmente ubicados en la actual Palestina, Israel y Jordania, Líbano comparte una importante conexión espiritual e histórica con esta definición.
En este artículo, queremos recorrer brevemente la historia del Líbano desde la antigüedad hasta los tiempos modernos y descubrir qué referencias al país hay en las escrituras y las razones por las que el Líbano es Tierra Santa no solo para los cristianos, sino también para los judíos y los musulmanes.
Historia antigua del Líbano: de los cananeos al Imperio Otomano
El Líbano, con su ubicación estratégica en el mar Mediterráneo, tiene una historia que refleja las muchas olas de conquista, comercio e influencia cultural que han caracterizado a Oriente Medio a lo largo de los milenios.
Las fronteras que encontramos hoy corresponden más o menos a las del Estado del Gran Líbano bajo mandato francés, creado a partir de 1920 mediante la expansión de las fronteras del antiguo Monte Líbano (una región administrativamente autónoma bajo el Imperio Otomano, habitada principalmente por cristianos maronitas y drusos). Hemos escrito sobre esto antes, así como sobre las relaciones históricas entre el Líbano e Israel, la base histórica de la situación actual. En este artículo te adentramos aún más en la historia antigua de este rico y complejo país, recorriendo las distintas épocas para descubrir la sucesión de sus habitantes.
Prehistoria y Antigüedad
- Cananeos (c. 3000-1200 a. C.): Considerados entre los primeros habitantes históricos del Líbano, los cananeos eran conocidos por ser hábiles marineros y comerciantes; por lo tanto, la vocación de intercambio y encuentro cultural ha sido propia del Líbano desde sus primeros habitantes. Los cananeos fundaron ciudades importantes como Biblos, Sidón y Tiro.
- Fenicios (c. 1200-539 a. C.): Descendientes directos de los cananeos, los fenicios continuaron y expandieron el legado marítimo y comercial, estableciendo colonias en todo el Mediterráneo. Son famosos por inventar un alfabeto que se convertiría en la base de muchos escritos posteriores.
Período Clásico y Antiguo
- Persas aqueménidas (539-332 a.C.): Con la conquista persa, el Líbano pasó a formar parte del Imperio aqueménida. Las ciudades fenicias se convirtieron en importantes centros para la flota persa.
- Imperio de Alejandro Magno y sus sucesores (332-64 a.C.): Después de la conquista de Alejandro Magno, el Líbano quedó bajo el control de los diádocos, especialmente de los seléucidas, que influyeron en la región con la cultura griega.
- Romanos (64 a.C. - 395 d.C.): El Líbano pasó a formar parte del Imperio Romano, prosperando bajo la paz romana. La ciudad de Baalbek albergaba magníficos templos, que aún hoy se pueden admirar; dadas las numerosas civilizaciones que pasaron por este lugar, el encuentro de pueblos y culturas dio lugar al culto a un dios híbrido, Júpiter Heliopolitano. Por esta razón, Baalbek fue conocida como Heliópolis durante este período.
Edad Media
- Bizantinos (395-634 d.C.): Con la división del Imperio Romano, el Líbano entró en el Imperio Bizantino de Oriente, experimentando una fuerte influencia cristiana: el cristianismo ortodoxo se convirtió en la religión del estado. Esta imposición facilitó el fortalecimiento del cristianismo, pero también, al mismo tiempo, la rebelión y la consiguiente difusión de la religión musulmana; de esta manera, el Líbano se convirtió en un punto de contacto entre el mundo islámico y el cristiano, intensificando su naturaleza de mosaico religioso y cultural.
- Árabes y califatos (634-1516): La conquista árabe del Líbano introdujo oficialmente el Islam, lo que provocó profundos cambios culturales y religiosos. Durante este período, el Líbano vio el gobierno de varios califatos, incluidos los omeyas, los abasíes y, finalmente, los fatimíes, selyúcidas y mamelucos, cada uno de los cuales dejó su propia huella cultural que se superpuso a la herencia anterior.
Imperio Otomano (1516-1918)
- Otomanos: Con la conquista otomana de 1516, el Líbano entró en una nueva y longeva era, que duraría hasta el final de la Primera Guerra Mundial. Durante el período otomano, la región experimentó una relativa estabilidad, pero se vio afectada por el aumento de las tensiones sectarias y los conflictos locales. Fue bajo los otomanos que se formaron los cimientos de la identidad libanesa moderna, también gracias a la administración de la zona del Monte Líbano confiada a un régimen especial, una subdivisión administrativa del Imperio conocida como el "Mutasarripfato del Monte Líbano".
Este panorama pone de relieve la riqueza de la historia libanesa y la diversidad de los pueblos que han influido en la región, preparando el terreno para el excepcional mosaico cultural y religioso que caracteriza al Líbano en la actualidad.
Historia Bíblica del Líbano
El Líbano en la Biblia: Antiguo Testamento
El Líbano se menciona numerosas veces en la Biblia, sobre todo por sus cedros, un símbolo de belleza, fuerza y santidad, que se utilizaron en la construcción del Templo de Salomón en Jerusalén. Estas referencias bíblicas establecen un vínculo espiritual entre el Líbano y la historia sagrada del pueblo judío. Algunos ejemplos:
- Un ejemplo se encuentra en la oración de Moisés a Dios, suplicándole que le concediera ver la Tierra Prometida: "Al mismo tiempo rogué al Señor, y le dije: 24 "Dios, Señor, has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza y tu mano poderosa; Porque, ¿qué Dios, en el cielo o en la tierra, puede hacer obras y prodigios como los que ustedes hacen? 25 ¡Por favor, déjame pasar y ver el hermoso país más allá del Jordán, la hermosa región montañosa y el Líbano!" (Dt 3:23-25.)
- La sabiduría proverbial de Salomón se cuenta a través del número infinito de conocimiento de la naturaleza y del mundo que posee: "Habló de los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que brota de la pared; También habló de animales, aves, reptiles, peces. 34 Vino gente de todos los pueblos para oír la sabiduría de Salomón, de todos los reyes de la tierra que habían oído de su sabiduría. (1 Reyes 4:33-34.)
El Líbano en la Biblia: Nuevo Testamento
Aunque el Nuevo Testamento no menciona específicamente muchos lugares en el estado moderno del Líbano, la región era parte de la geografía más amplia en la que se llevó a cabo el ministerio de Jesús, y se cree que Jesús interactuó con personas de esta área, como la mujer cananea. En el Nuevo Testamento se hace referencia explícita a las ciudades de Tiro y Sidón.
Jesús y las ciudades de Tiro y Sidón
En el Nuevo Testamento, concretamente en los Evangelios, Jesús se refiere a Tiro y Sidón en diferentes contextos:
- En Mateo 11:21-22 (y, paralelamente, en Lucas 10:13-14), Jesús reprende a las ciudades de Corazín y Betsaida por su incredulidad, diciendo que si los milagros realizados en ellas se hubieran hecho en Tiro y Sidón, estas ciudades se habrían arrepentido hace mucho tiempo en cilicio y ceniza: "¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! porque si los milagros que se han hecho entre vosotros se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, se habrían arrepentido hace mucho tiempo, con el pelo cajón y la ceniza. 22 Por eso os declaro que en el día del juicio la suerte de Tiro y de Sidón será más tolerable que la vuestra. .
- Además, Marcos 7:24-30 relata el encuentro de Jesús con una mujer sirofenicia, una mujer de la región de Tiro y Sidón, demostrando su ministerio más allá de las fronteras judías y su compasión y poder incluso entre los pueblos: "Entonces Jesús salió de allí y se fue a la región de Tiro. Entró en una casa y no quería que nadie lo supiera; Pero no podía permanecer oculto, 25 Por el contrario, una mujer cuyo hijo tenía un espíritu inmundo, al oír hablar de él, se acercó y se arrojó a sus pies. 26 Aquella mujer era pagana, sirofenicia de nacimiento; y le rogó que echase fuera al demonio de su hija".
La misión de los primeros cristianos
El libro de los Hechos de los Apóstoles menciona Tiro y Sidón como parte de los viajes misioneros de los primeros cristianos, enfatizando el papel de estas ciudades como centros de difusión del cristianismo. Por ejemplo, Pablo de Tarso visitó Tiro, donde los discípulos le informaron del Espíritu Santo (Hechos 21:3-6): "Cuando llegamos a la vista de Chipre, y la dejamos a la izquierda, navegamos a Siria y desembarcamos en Tiro, porque allí había que descargar el barco. 4 Cuando encontramos a los discípulos, nos quedamos allí siete días. Ellos, movidos por el Espíritu, le dijeron a Pablo que no pusiera pie en Jerusalén; 5 pero cuando llegamos al final de aquellos días, nos pusimos en camino para continuar nuestro viaje, acompañados de todos ellos, con sus mujeres e hijos, fuera de la ciudad; Después de arrodillarnos en la playa, rezamos y nos despedimos; 6 Luego subimos al barco y regresaron a sus casas".
Estas referencias bíblicas no solo confirman la importancia histórica y espiritual de Tiro y Sidón en el cristianismo primitivo, sino que también fortalecen la conexión del Líbano con la historia sagrada del cristianismo. La presencia de Jesús y la actividad de los primeros cristianos en estas ciudades fenicias subrayan el papel del Líbano como parte integral de Tierra Santa, lo que atestigua la interacción entre Jesús y las poblaciones fuera del núcleo judío, así como la expansión del cristianismo en la región mediterránea.
Sitios Religiosos e Históricos
El Líbano alberga una serie de sitios religiosos antiguos y medievales que son importantes para el cristianismo, incluidos antiguos monasterios, iglesias y lugares de peregrinación. Estos sitios no solo demuestran la larga historia cristiana de la región, sino que también son centros de devoción continua. Además de estos, también hay numerosos lugares en el país que son sagrados para diferentes religiones, lo que subraya una vez más su naturaleza de encrucijada.
Lugares significativos para los cristianos
- Catedral de San Jorge: Una de las iglesias cristianas más emblemáticas de Beirut, representa la larga historia cristiana en el corazón de la ciudad.
- Santuario de Nuestra Señora del Líbano (Harissa): Un importante lugar de peregrinación mariana que ofrece impresionantes vistas de la bahía de Jounieh. La estatua de la Virgen domina la costa libanesa y es visitada por millones de fieles.
- Valle de Qadisha: Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este valle es conocido por sus monasterios excavados en la roca y su importancia en la historia del monacato cristiano.
- Monasterio de San Antonio de Qozhaya: Un antiguo monasterio situado en el valle de Qadisha, dedicado a San Antonio el Grande, santo patrón de los monjes ermitaños.
- Monasterio de Mar Sarkis y Bakhos: Uno de los monasterios maronitas más antiguos, construido alrededor del siglo VI, vinculado a la tradición cristiana libanesa.
Lugares significativos para la religión islámica
- Mezquita Mohammad Al-Amin: Una impresionante mezquita situada en el centro de Beirut, conocida por su gran cúpula azul y su relevancia para la comunidad suní del Líbano.
- Mezquita de Al-Omari: Originalmente construida como iglesia durante el período de las Cruzadas, Al-Omari, en Beirut, fue convertida en mezquita por los mamelucos: un ejemplo más de la unión y superposición de la historia islámica y cristiana.
- Santuario de Sayyida Khawla (Baalbek): Un importante lugar de peregrinación chiíta dedicado a Khawla, hija del Imán Hussein, quien es venerada por los musulmanes chiítas.
- Mezquita Khashoggi: Antiguo lugar de culto musulmán situado en la histórica ciudad de Sidón.
- Tumba de Nabi Yushaʿ: Situada en el sur del Líbano, es venerada tanto por musulmanes como por cristianos como un lugar sagrado vinculado al profeta Josué.
Lugares significativos para la mezcla religiosa e histórica
- Baalbek: Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y antiguo yacimiento romano, refleja, como ya se ha mencionado, una fusión de culturas y religiones a lo largo de los siglos.
- Biblos: Una de las ciudades más antiguas del mundo, cuya fundación se remonta a los cananeos, alberga numerosos lugares religiosos, como la Iglesia de San Juan Bautista, y representa una encrucijada de civilizaciones y credos.
- La Cueva de los Profetas (Magharet al-Anbiya'): Ubicada en Trípoli, esta cueva es considerada un lugar sagrado por los musulmanes porque se cree que varios profetas se alojaron allí.
- Palacio de Beiteddine: Aunque más secular, este palacio construido por un emir druso en el siglo XIX es un importante sitio histórico que ilustra la coexistencia de varias religiones en el Líbano.
Estos lugares representan el encuentro de la historia, las religiones y las culturas en el Líbano, un país con una profunda identidad multirreligiosa y multicultural. Hemos visto su profunda herencia cristiana , visible en la presencia de una de las comunidades cristianas más antiguas del mundo, los maronitas, así como de importantes poblaciones de cristianos ortodoxos, católicos y otros grupos, y cómo ha sido un centro vital para la práctica y la difusión del cristianismo desde los primeros siglos. Hablamos de lo importante que era para el Islam, ya que albergaba importantes sitios históricos y una rica tradición islámica suní, chiíta y drusa. Finalmente, aunque la comunidad judía en el Líbano es muy pequeña hoy en día, la región es parte de la historia judía, como lo demuestran las referencias bíblicas al Líbano.
En resumen, el Líbano puede considerarse parte de Tierra Santa debido a su historia bíblica, sus sitios religiosos de importancia histórica y cultural, y su papel en la encrucijada de importantes tradiciones religiosas. Su rico patrimonio espiritual y la presencia continua de comunidades de fe activas subrayan su importancia única en el contexto de la espiritualidad abrahámica.