La situación en Siria sigue siendo extremadamente compleja y está en constante evolución.
En las últimas semanas, el país ha sido testigo de una importante escalada de violencia, especialmente en las provincias costeras de Latakia y Tartus, donde reside la minoría alauita. Estos enfrentamientos han dejado más de 1.300 muertos, y se han denunciado atrocidades cometidas contra civiles, incluidos niños, debido a su afiliación religiosa.
El regreso desde las prisiones
"Cuando liberaron el país, abrieron las prisiones." Jean-François Thiry, nuestro responsable de proyectos en Alepo, nos habla de un fenómeno del que casi nadie habla, pero que tiene profundas consecuencias psicosociales. "De la prisión de Sednaya (a 30 kilómetros al norte de Damasco), salieron 30.000 personas, en su mayoría prisioneros políticos, algunos de ellos llevaban allí 40 años, torturados, en condiciones inhumanas. Ahora muchos han regresado; son exmilitares que han luchado en la guerra durante diez años y no saben hacer otra cosa. Su estado psicológico está devastado. Hace dos semanas abrimos un centro de rehabilitación psicológica. Entre ellos, hay quienes preferirían volver a prisión porque no logran readaptarse. Es una necesidad enorme que debemos atender y afrontar."
"Las mujeres a las que apoyamos no sabían dónde estaban sus maridos", explica Jean-François. "Estamos tratando de brindar educación tanto a los niños que no van a la escuela y tienen que trabajar, como a sus madres, ofreciéndoles formación profesional para que puedan ganarse la vida, porque creo que la falta de educación lleva a la violencia."
Latakia
¡Escucha aquí el testimonio del padre Fadi sobre las violentas masacres que han tenido lugar en el país en los últimos días!
Alepo
La situación en Siria sigue siendo extremadamente compleja: tras el cambio de poder del 8 de diciembre, el país ya no es administrado exclusivamente por una autoridad central. A pesar del liderazgo de Ahmad al-Shara, conocido como Jawlani, el control del territorio se distribuye entre varias realidades locales; En este contexto de fuerte inestabilidad, es esencial seguir apoyando a las comunidades locales a través de la ayuda humanitaria, las iniciativas de desarrollo y los proyectos de reconstrucción, para que la población pueda hacer frente a las dificultades cotidianas y reconstruir un futuro más estable y seguro.
Todavía hay una emergencia en Siria, donde las tensiones se han reanudado desde el miércoles 27 de noviembre. Alepo está ocupada por los yihadistas de Hayat Tahrir al-Sham y otros grupos de oposición al gobierno de Damasco. Hay dificultades para abastecerse y el agua llega a trompicones.
"Desafortunadamente, el Colegio de Tierra Santa fue alcanzado por un ataque aéreo: un misil que destruyó una de las secciones del monasterio, es decir, el almacén. Afortunadamente, los frailes están bien y el proceso de producción de pan de emergencia continúa. Es muy importante continuar, especialmente después del bloqueo de las carreteras para traer harina dentro y fuera de Alepo. En este momento, nos enfrentamos a cortes de energía, falta de agua y hay numerosos rumores en las redes sociales sobre la posibilidad de un corte de comunicación también . ¡Gracias por su ayuda!"
¿Qué se necesita?
Necesitamos apoyo para:
- Producción y distribución de pan en Alepo para las familias restantes, tanto en el oeste como en el este.
- Cocina y ayuda para alimentos y medicinas para las familias que quedaron en Alepo. Se teme un aumento de los precios por el bloqueo de las carreteras.
- Brindar apoyo a las familias desplazadas en Alepo y Hama, que llegan a las ciudades de Latakia y Damasco, con ayuda para el alojamiento en conventos, centros de acogida y casas alquiladas.
- Ayuda a estas familias desplazadas con alimentos y mantas para el próximo mes, y medicinas para los casos más sensibles.