Jerusalén, es la ciudad eterna y la ciudad Santa. Es eterna porque aquí realmente se puede vivir y respirar la historia del mundo. Es santa porque es un imprescindible centro de fe para cristianos, judíos y musulmanes.
Viajen con nosotros haciendo un recorrido virtual por Jerusalén: juntos descubriremos su historia, sus distintas identidades, cuando sería mejor visitarla, donde se puede alojar y sobre todo por qué vale la pena alistarse para un viaje que te cambiará la vida.
La Jerusalén actual
Jerusalén, Yerushalaim en hebreo, Al-Quds o “la Santa” en árabe queda a una hora en auto desde Tel Aviv y a media hora de Belén. Israel y Palestina se disputan la ciudad, donde hubo tremendos combates.
Seguramente, la ciudad vieja es el corazón histórico de la ciudad., y está rodeada por imponentes murallas: dentro de medio kilómetro cuadrado se encuentran la explanada de las mezquitas, la cúpula de la roca, el Muro de las Lamentaciones, y el Santo Sepulcro: los lugares religiosos más importantes del mundo. La ciudad vieja está dividida entre cuatro barrios: armenio, cristiano, musulmán y judío. A cada barrio le corresponden una o más puertas de acceso cuyo nombre procede de la dirección adonde miran o de un detalle.
¡Entremos en la ciudad Santa!
La puerta de Damasco, lamentablemente conocida por los últimos hechos violentos, está dirigida hacia el norte, o sea haci Damasco. New Gate, o Puerta Nueva, es el acceso al barrio cristiano, y es el último portal, construido en 1889. En cambio, la puerta de Zion es la puerta que lleva al barrio judío, y asoma directamente hacia el Monte Sión, uno de los sitios más representativos de Jerusalén y uno de los más mencionados en la Biblia.
Después tenemos la Puerta de los Leones, “Lion’s gate”, conocida en la época de Jesús como la Puerta de las ovejas: de aquí pasaban los corderos destinados a los sacrificios en el templo de Jerusalén. La puerta lleva al Valle del Cedro, y de ahí al Getsemaní y al Monte de los Olivos. Al final está la Puerta de los Residuos, a unos pasos de la explanada de las mezquitas, dirigida hacia la Geena, el valle de la condenación. Por esta puerta justo se tiraban los residuos de los sacrificios realizados en el templo.
Jerusalén: una ciudad dividida, una ciudad disputada, una ciudad que une
Hay otra división fuera de las murallas históricas de la ciudad sagrada: de hecho Jerusalén se reparte entre Palestina del Este, e Israel del Oeste, debido a una frontera inmaterial llamada “Green Line”. Esta línea verde, trazada en 1949 tras la primera guerra entre árabes e israelíes, se volvió a superar en 1967 durante la guerra de los seis días.
En esta ocasión, Israel tomó el control de toda la ciudad, incluyendo también unos barrios a su alrededor. Las Naciones Unidas nunca reconocieron dicha acción militar, y por eso el Este de Jerusalén es considerado como el nuevo estado palestino ocupado por Israel. Sin embargo, el conflicto y las barreras creadas, no son imposibles de superar. Las manifestaciones de mutua solidaridad entre los habitantes de la ciudad Santa se notan y nos confirman cuanto las personas sientan que la convivencia pacífica es una necesidad del corazón.
Las escuelas mixtas son una realidad que funciona muy bien; las asociaciones locales e internacionales que favorecen el encuentro y el intercambio con proyectos que fortalecen la idea de comunidad, están aún más activas, y la nuestra es una de ellas.
Visitar Jerusalén con Pro Terra Sancta
Nuestra misión es la de crear relaciones entre el mundo y Tierra Santa. Hacemos ésto, ofreciendo a nuestros amigos y sostenedores la oportunidad de ayudar a las distintas y pequeñas comunidades cristianas que aquí viven, y son piedras vivas, con proyectos de conservación, desarrollo económico, educación, asistencia sanitaria y humanitaria.
Para proteger la identidad cristiana en Jerusalén nos comprometemos a conservar y valorar los lugares relacionados con Jesús, que son preciosos monumentos históricos, yacimientos arqueólogicos y lugares sagrados que queremos transmitir a las generaciones futuras.
Los espacios del antiguo convento que preserva la iglesia de la Flagelación, o sea la primera estación del Vía Crucis, fueron convertidos en los salones de un museo que cuenta la historia de Jerusalén y de la presencia cristiana en la ciudad.
Se puede admirar la preciosa colección arqueólogica en exposición, y también vivir una experiencia inmersiva y multimedial en el nuevo teatro digital instalado en las ruinas de la antigua Aelia Capitolina, la Jerusalén romana refundada por el emperador Adrián. Por ejemplo, el Terra Sancta Museum, es una etapa que nunca olvidamos incluir entre nuestros recorridos.
¿Dónde uno puede alojarse?
¿Es posible construir un turismo sostenible que le dé beneficios a la comunidad local? Pro Terra Sancta cree en ésto con firmeza y ofrece la ocasión irrepetible de realizar una elección ética y tener un impacto positivo, empezando por el alojamiento.
Poco afuera de la muralla de Jerusalén, a unos 3 minutos de camino de New Gate y de la Puerta de Sión, muy cerca de la ciudad vieja, del Santo Sepulcro y de los principales lugares sagrados, se encuentra la Guest House de Dar Mamilla.
El barrio Mamilla incluye cafés, restaurantes, supermercados, un centro comercial moderno y un gran parque con algunas fuentes. Aquí en 1885 se construyó el convento de las hermanas de Saint Vincent de Paul, la sede de uno de los alojamientos de nuestra red.
Se puede elegir entre trece cómodos y modernos cuartos individuales, dobles, triples y cuádruples, que todas cuentan con un baño privado. Las dos alas de la Guest House tienen cada una una cocina común y, los que planeen estadías más largas, también podrán utilizar la lavandería. Las ganancias de la Dar Mamilla Guest House se donan a las monjas que gestionan un jardín frecuentado por 250 niños de los 3 meses hasta los 4 años que tienen una situación familiar complicada, y un asilo para adultos y ancianos con graves discapacidades.
¿Cuándo sería mejor ir a Jerusalén?
Hay que recordar que, durante las festividades más importantes, cristianos, judíos y musulmanes se juntan en gran número por las calles de Jerusalén para visitar los lugares sagrados, los edificios religiosos y terminar su peregrinación. De hecho, viajar a Jerusalén en primavera, incluso cuando el desierto de Judas se llena de verdes jardínes, y pasar ahí la Semana Santa es una experiencia irrepetible.
Sin embargo, hay que estar listos para entrar en comunión con los varios fieles que siguen los pasos de Jesús por el Vía Crucis. En cambio, si les interesan las festividades y las tradiciones judías, septiembre seguramente es el mes más lleno de eventos. Se celebran año nuevo, Rosh Hashana, el día de la expiación, Yom Kippur y la fiesta de los tabernáculos, o sea Sukkot.
Jerusalén, con su belleza y sus contrastes, le llama a todo el mundo hacia ella. ¿Están listos para viajar con nosotros?