El pasado 6 de diciembre, por la tarde, se realizó una hermosa ceremonia que celebraba la conclusión de los trabajos de renovación en Saha Square, una plaza en el barrio cristiano de la Ciudad Vieja de Jerusalén.
En las gorras de los niños del barrio se podían ver los cuatros logos de las instituciones y asociaciones que realizaron este proyecto: Custodia de Tierra Santa, ATS pro Terra Sancta, Cooperación Italiana y Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco. Los trabajos de renovación en la plaza fueron realizados por la Oficina Técnica de la Custodia de Tierra Santa en coordinación con el Economato de la Custodia, dentro del proyecto “Jerusalén, piedras de la memoria”, patrocinado por ATS pro Terra Sancta, en asociación con el Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco, y realizado gracias a la aportación de la Cooperación Italiana.
“La Custodia de Tierra Santa tiene más de 400 casas en Jerusalén disponibles para los cristianos de la Ciudad Vieja, la mayoría necesitan de obras de restauración e intervenciones”, comentó el Padre Ibrahim Faltas, Ecónomo Custodial, agradeciendo a los donantes institucionales, a la Cooperación Italiana y a la UNESCO, por la ayuda concedida. Gian Pietro Testolin, coordinador de la Oficina Emergencias de la Cooperación Italiana de Jerusalén, recordó la importancia de las intervenciones en la Ciudad Vieja para ofrecer a las familias la oportunidad de vivir en condiciones más decorosas.
El proyecto “Jerusalén, piedras de la memoria” nace con el objetivo de proteger y salvaguardar la herencia cultural de la Ciudad Vieja de Jerusalén, declarada Patrimonio por la Unesco, afrontando justamente la situación de emergencia de las viviendas y apoyando a las necesidades de las familias más necesitadas de la Ciudad Vieja.
Entre los participantes al acontecimiento que comprometió el barrio cristiano de la Ciudad Vieja de Jerusalén, se encontraban los obreros que restauraron las casas, cuya formación profesional es uno de los objetivos del proyecto, de manera que la experiencia aprendida en estos años de trabajo junto al personal calificado, pueda llegar a ser un patrimonio reutilizable para futuras intervenciones.
La ceremonia continuó con el tradicional corte de cinta y con la bendición de las casas por parte del Padre Feras Hejazin, párroco de San Salvador. La gente del barrio y todos los invitados se reunieron después para un momento convivial en el salón de la Terra Santa School.