Parece que todo en Siria se está desmoronando, que no puede haber paz para esta tierra.
La guerra en el horizonte proyecta una sombra aún más oscura sobre una nación ya maltratada. El país ya está siendo duramente golpeado por una inflación galopante, que ha convertido la vida cotidiana en un gran desafío para millones de sirios. Precisamente en medio de esta oscuridad, nuestra mesa sigue llevando esperanza. Ayúdanos a llevar una comida caliente a las familias de Alepo.
Todos los días preparamos más de 1.300 comidas calientes para las familias más pobres, que no solo ya no tienen los medios para comprar alimentos, sino que debido a la falta de gas y electricidad ni siquiera pueden cocinarlos y almacenarlos. Además, entregamos comida preparada directamente a los hogares de 100 personas mayores, enfermas y discapacitadas.