NUESTRA MISIÓN

Mantengamos viva la luz de la esperanza

Desde los suburbios de Damasco hasta los barrios de Alepo, la oscuridad y la desesperación reinan en todas partes. Nos enfrentamos a una situación de emergencia en la que el conflicto ha dado paso al hambre y la pobreza.

Hoy las ciudades están vacías, destruidas y abandonadas. La emergencia sanitaria, que se suma a la crisis económica, no hace más que empeorar una situación ya de por medio trágica.

Ahora más que nunca hay una necesidad de acompañar y guiar hacia la esperanza.

En los últimos años, gracias a la ayuda de amigos y simpatizantes como usted, hemos hecho todo lo posible para estar allí, pero con motivo de la Navidad,le pedimos que nos ayude una vez más a encender la luz de la esperanza en el Líbano y Siria.