CONTEXTO Y OBJETIVO
En el libro de Deuteronomio, Dios le ordena a Moisés que suba al monte Nebo, y desde allí contemplar la Tierra Prometida en la que nunca pondría un pie. En la cima de la montaña, de hecho, según el Antiguo Testamento, Dios habría llamado a Moisés.
El sitio del monte Nebo en Jordania se ha convertido en un lugar de gran importancia religiosa y es venerado tanto por cristianos como por judíos y musulmanes. En 1932 la Custodia de Tierra Santa pasa a ser propietaria e inicia las excavaciones arqueológicas en el lugar, que han sacado a la luz restos de extraordinaria importancia desde el punto de vista histórico.
Pro Terra Sancta asiste a la Custodia financiando las excavaciones arqueológicas, destinadas a revelar nuevas novedades sorprendentes. La Asociación también se compromete a potenciar y preservar el carácter sagrado de estos lugares, que de esta manera están siempre dispuestos a acoger a los peregrinos de todas las religiones abrahámicas, ofreciendo una oportunidad para la meditación sobre las historias bíblicas del Antiguo Testamento y renovando el encanto de la figura de Moisés.