CONTEXTO Y OBJETIVO
En Jerusalén, hay unos 3.500 refugiados y solicitantes de asilo. Se trata principalmente de hombres y mujeres cristianos, que provienen de numerosos estados del este de África, y que a menudo huyen de situaciones de grave persecución religiosa o política, o de extrema pobreza.
El viaje inhumano que enfrentan los expone a abusos y violencia de todo tipo. Al llegar a Jerusalén, son marginados por razones lingüísticas y culturales, sin atención médica y sin hogar.
Hay muy pocas organizaciones que ayudan a estas personas en Israel. Uno de estas es el Jerusalem African Community Center (JACC), la única organización israelí sin fines de lucro en Jerusalén que ofrece a los refugiados y solicitantes apoyo legal, médico y psicológico-social. La Asociación pro Terra Sancta colabora con JACC para llevar a cabo actividades de apoyo para los refugiados y solicitantes de asilo.
La Asociación también apoya la misión de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que en el barrio Mamilla de Jerusalén acogen a los hijos de refugiados africanos, a los niños a menudo en estado de abandono y a personas mayores que no son autosuficientes.