De 2011 hasta hoy, las organizaciones humanitarias católicas han enviado 72 millones de dólares para paliar la crisis en Siria y regiones limítrofes. Los organismos católicos implicados son 32 , con 55 entidades que trabajan sobre el terreno. 20 son las localidades y ciudades sirias en las que se ha distribuido la ayuda, prestada también a los refugiados presentes en Líbano, Jordania, Turquía, Iraq, Chipre y Egipto. Entre las organizaciones que participan en la coordinación se encuentra ATS pro Terra Sancta, que continúa recaudando fondos y enviándolos a los hermanos de Siria, donde la necesidad es enorme y mucha gente sobrevive gracias a la ayuda del exterior.
Los datos, actualizados al 9 de octubre pasado, han sido proporcionados en el Vaticano por el Consejo pontificio Cor Unum,dicasterio de la Curia romana que emprende iniciativas humanitarias, promueve y estimula entre los fieles la expresión concreta de la caridad evangélica y coordina los organismos humanitarios católicos.
El mismo papa Francisco ha estimulado la acción de Cor Unum a favor de la población siria y en el marco de un encuentro de coordinación celebrado en Roma el 4-5 de junio pasado. El Pontífice declaraba que «ayudar a la población siria, más allá de su pertenencia étnica y religiosa, es la forma más directa de ofrecer una contribución a la pacificación y edificación de una sociedad abierta a todos sus distintos componentes».
Ahora se discute el problema de coordinar mejor la ayuda en el terreno. Teniendo en cuenta, como reconoce el Consejo pontificio, que «la dificultad en la adquisición de información relativa a las necesidades de la población afectada y del desarrollo de la situación política y social ha llevado a una cierta esporadicidad en la ayuda enviada y a la multiplicidad de las formas de ayuda a las instituciones presentes sobre el terreno».
Ha nacido, por ello, una oficina de coordinación que dependerá de la sección de Oriente Medio y África del Norte de Caritas Internationalis. Una oficina que tendrá su sede en Beirut, Líbano, y que «tendrá la misión de comprender y monitorizar las ayudas recibidas, y compartir la información necesaria entre todas las instituciones implicadas».
Entre los objetivos específicos que Cor Unum ha asignado a esta nueva oficina están el de proporcionar a la Iglesia un marco de referencia relativo a la situación de la actividad humanitaria realizada y un análisis puntual de las necesidades sobre el terreno; transferir aCaritas Siria la información necesaria sobre las operaciones caritativas a favor de la población siria; evidenciar la posición destacada de la Iglesia católica entre los actores en el sector humanitaria en Siria y compartir la información en la red de organizaciones católicas implicadas, dentro y fuera del territorio de Siria.