El domingo 27 de noviembre se celebró el primer domingo de Adviento. Comenzó oficialmente un período tradicionalmente marcado por la esperanza y el deseo de paz para la mayoría de los pueblos. Sin embargo, en el panorama geopolítico global, y en particular en Oriente Medio, las dificultades relacionadas con la guerra, la energía y las emergencias sociales hacen que sea cada vez más difícil incluso acercarse a este tipo de estabilidad.
Entre estos escenarios, el Líbano es cada vez más alarmante. ¿Qué tipo de Navidad te estás preparando para gastar?
La emergencia sanitaria
La epidemia de cólera que azotó al Líbano a principios de octubre, debido a la proximidad del país a Siria, ha registrado datos preocupantes. Hasta ahora, hay 560 casos de infección, mientras que el número de víctimas ha aumentado a 20.
En la vecina Siria , se ha alcanzado el primer centenar de víctimas. Aquí la epidemia comenzó a manifestarse a finales de agosto. Según los últimos informes publicados por la ONU, actualmente hay 20.000 casos sospechosos de infección.
La emergencia sanitaria para el Líbano ha sido un retorno no deseado al pasado. El cólera no había sido un problema nacional desde 1993, cuando apareció después del final de la guerra civil. En el último mes, la mayoría de los casos se han reportado en campos de refugiados sirios ubicados en el noreste del país. Otras infecciones, incluido el covid 19, también se están manifestando en las zonas más deprimidas. Esto ha provocado una situación de fuerte inestabilidad y desorganización dentro de los hospitales, incapaces de satisfacer la creciente demanda de camas.
La crisis económica y alimentaria
La dramática situación financiera, que ha llevado a una fuerte devaluación de la moneda extranjera y la libra libanesa, ha llevado recientemente a los bancos a establecer fuertes límites a los retiros y transferencias de dinero. Muchos de los ahorros bancarios reservados por los residentes también han sido congelados. En consecuencia, las prestaciones por retiro no pueden satisfacer plenamente las necesidades de la población.
Esta situación de penurias también ha llevado a una situación alimentaria dramática, en particular debido a la escasez y al alto costo alcanzado por el pan. Las consecuencias de la guerra en Ucrania y los daños sufridos por los principales silos de grano en Beirut desempeñaron un papel importante en este sentido. La escasez de pan y el aumento de los precios también han dado lugar a una discriminación fuerte y cada vez más frecuente contra los refugiados sirios.
El Líbano acoge actualmente a más de un millón de refugiados sirios. Esta cifra ha permitido que la población libanesa alcance el número de casi 7 millones de habitantes. Según las Naciones Unidas, en algunas zonas del Líbano se ha pedido a algunas panaderías que den prioridad a los ciudadanos libaneses sobre los sirios. Muchas de las familias locales gastan más de la mitad de sus salarios en pan, mientras que las comunidades más pobres están tomando medidas desesperadas como ayunar o comer alimentos en mal estado.
Para proporcionar apoyo económico a este tipo de emergencias, la Unión Europea ha asignado recientemente un paquete de ayuda humanitaria a 15 países en un estado de inseguridad alimentaria preocupante y en riesgo de hambruna. En lo que respecta a Oriente Medio, se decidió enviar al Líbano cinco millones de euros tanto para refugiados como para libaneses en condiciones críticas.
La situación política y social
Debido a la ausencia de una clase política activa y a la ausencia de intervención concreta por parte de las instituciones, los ciudadanos a menudo se ven privados de servicios esenciales. Se espera que la Navidad esté desprovista de regalos, debido a la difícil situación económica, pero también de luces, considerando que la electricidad, en la mayor parte del país, se otorga solo unas pocas horas al día.
A esto se suma el inicio de la elección del nuevo Presidente de la República en el Líbano. La campaña electoral comenzó en septiembre pasado, dos meses después del final del mandato del actual jefe de Estado, Michel Aoun. Tampoco había un propósito común en definir, por parte del actual presidente y el primer ministro, la formación de un nuevo gobierno.
Ante esta situación de gran inestabilidad y precariedad, son muchos los libaneses que intentan emigrar. Efectiva, en este sentido, la salida de muchos barcos que casi todos los días toman la ruta marítima desde el puerto de Trípoli.