Son todos muy jóvenes, entre 21 y 32 años, los nueve voluntarios que vienen de Trento para ayudar en las tareas de la Oficina Técnica de la Custodia de Tierra Santa. Mientras las chicas se encargan de la disposición de los libros en las repisas de la nueva sede de la biblioteca de San Salvador, los chicos realizan tareas más pesadas: desplazamiento de muebles, limpieza de almacenes, transporte de las últimas cajas de libros para la biblioteca.
“Es la primera vez que vengo a Jerusalén – afirma Giacomo mientras descansa entre una vuelta y otra -, y me parece una buena manera de dar valor a una simple visita, ofreciendo mi trabajo en las necesidades de la Custodia de Tierra Santa”. Los jóvenes, que estudian en la Universidad de Trento, trabajarán durante dos semanas ayudando en el proyecto “Libros, puentes de paz”, con el que ATS pro Terra Sancta quiere valorizar el patrimonio de libros de los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa. De hecho, también estas tareas de limpieza y disposición son necesarias para que todos puedan utilizar la nueva sede y el gran número de libros presentes en la biblioteca de San Salvador.
Los nueve voluntarios han llegado a Jerusalén después de haber escuchado la experiencia de Francesco, que nos cuenta: “Estuve aquí por primera vez hace tres años, porque quería comprender mejor qué era una misión. Me pusieron a trabajar y me gustó. Me quedé tan fascinado que lo propagué entre mis amigos, y ahora estoy aquí por tercera vez, con ellos".
Todos podemos participar en este importante proyecto, sosteniendo a la Custodia de Tierra Santa en la labor de conservación y valorización de su propio patrimonio.
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