A pocos pasos del Santo Cenáculo, sobre el Monte de Sion, siguen sin pararse las obras de renovación del Convento de San Francisco ad Coenaculum. Un lugar que, gracias a su ubicación, tiene un valor particular para los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa: de hecho se encuentra muy cerca al sitio en el cual se recuerda la Última Cena, y en donde los franciscanos establecieron su primer convento, hace ocho siglos.
Las obras son ejecutadas por el Economato Custodial a través del equipo de mantención de la Oficina Técnica, debidamente reforzado, y se prevé su conclusión dentro de cinco meses.
Las actividades de renovación pertenecen al más amplio proyecto – nombrado “Jerusalén, Piedras de la Memoria” – que contempla la restauración y la mantención de varios inmuebles de la Custodia de Tierra Santa. Entre los objetivos del proyecto, además de la conservación de los santuarios, conventos y casas, hay también lo de la formación: los obreros contratados por la Custodia de Tierra Santa son capacitados profesionalmente y humanamente, ofreciéndoles la oportunidad de trabajar en un proyecto de grande valor para la Ciudad Santa en la cual viven.
***
[nggallery id=135]
Dona Ahora
Apoya actividades culturales, educativas y de formación