Militantes jihadistas de Al Nusra y salafitas ocuparon anoche el poblado cristiano sirio de Kanye, imponiendo a la población la obediencia a la sharia y a las mujeres llevar el velo islámico, bajo amenaza de fusilamiento.
Un habitante dio la alarma a través del arzobispo emérito de Aleppo, monseñor Giuseppe Nazzaro: "Tememos - dijo el prelado- que la población se vea obligada a huir de forma masiva o a convertirse al Islam si no quiere ser masacrada". En el norte del país, fuera del control de las fuerzas gobernativas, se debilita la presencia de la componente más laica antagonista al régimen de Bashar al-Assad, favoreciendo a los elementos extremistas. Algunos testimonios directos confirman que los grupos más radicales han asumido el pleno control del territorio y lo gobiernan como un «emirato», imponiendo a todo el mundo la Shari'a.
La situación es especialmente peligrosa para la minoría cristiana. Quien infringe las disposiciones incurre en las sanciones previstas por las rígidas normas religiosas musulmanas. Parece que el objetivo está claro: inducir a la población cristiana a que se vaya. A pesar de todo, los hermanos franciscanos siguen permaneciendo presentes para "socorrer - como ha dicho recientemente el custodio - a quien lo ha perdido todo: hasta la esperanza".
Hasta ahora hemos recibido mucha ayuda durante estos dos años y medio que dura el conflicto, gracias a la generosidad de muchas personas, pero desgraciadamente no es suficiente.