El año 2020 es muy complicado e incierto. La pandemia de Covid-19 marcó totalmente la vida de todas las personas, causando cambios más o menos radicales en nuestras costumbres y estilos de vida. La crisis sanitaria global, que todavía no terminó, le afectó demasiado a la movilidad internacional y con ella al turismo. El turismo es uno de los sectores más afectados por la crisis del virus. El cierre de las fronteras y de los aeropuertos, el bloqueo del tráfico aéreo, el bloqueo de la movilidad también dentro del país tuvo y sigue teniendo consecuencias totalmente drámaticas, con pérdidas económicas sin antecedentes.
Como en todo el mundo, también Tierra Santa sufre mucho por la crisis. Pro Terra Sancta Network, que opera en Jerusalén y en Palestina, al igual que todas las organizaciones que se dedican al turismo sostenible, tuvo que volver atrás. Desde marzo los turistas ya no pueden visitar Tierra Santa, y con el segundo rebrote la situación no cambió.
Asociación Pro Terra Sancta Network, que opera en Jerusalén y en Palestina, al igual que todas las organizaciones que se dedican al turismo sostenible, tuvo que suspender todos los viajes. Esta gran dificultad no le detuvo a la fundación, que organizó varias actividades. De este momento de paro general nacieron dos nuevas oportunidades para nuestros hoteles, y queremos hablarles de ellas.
El nuevo hotel Dar Mamilla situado en Jerusalén fue abierto a finales de 2019, tras haber alcanzado el pico en las reservas en la época navideña y en los primeros meses de 2020, está vacía y no tiene clientes. La asociación le convirtió a una situación inesperada en algo positivo y creativo. En los cuartos no utilizados del hotel Pro Terra Sancta empezó un curso de italiano para palestinos. Son veinte personas de distintas edades, repartidas en dos grupos de trabajo, frecuentaron un curso de seis semanas para aprender los elementos básicos del italiano, por razones laborales, de turismo o porque el idioma les llama la atención. Todos tienen sus motivaciones personales y sus ganas de utilizar positivamente este tiempo de dificultad.
También los chicos del Mosaic Centre que gestionan el hotel en la zona de Sebastia no se rindieron, utilizando esta época de paro mejorando los servicios para los nuevos visitados. Hubo actividades de mantenimiento y pintura, junto con la restauración de una casita abandonada, cerca de una avenida con columnas y una fuente de la época romana. El edificio está formado por dos cuartos, el cuarto llamado “Cardo”, debido a la avenida principal que cruzaba la ciudad del norte al sur, y el cuarto “Nafura”, que en árabe significa fuente, fue rehabilitado y ahora finalmente el hotel Mosaic de Sebastia les permite el acceso a las personas discapacitadas.
Las obras de reestructuración forman parte del proyecto de turismo sostenible en las zonas de Sebastia, Belén y Jericó organizado por Fundación de Asistencia Internacional (FAI), cuya finalidad es promoverle a Sebastia y hacerla conocer en todo el mundo. El pueblito está situado a pocos kilómetros de Nablus, y no suele formar parte de los destinos de viaje, o los turistas solamente visitan la zona arqueológica. Sin embargo, los que aman la naturaleza, la historia y las costumbres locales, en Sebastia encontrarán la mezcla perfecta de todas estas características. El pueblo palestino preserva entre sus colinas de olivos las ruinas de distintos pueblos que allá vivieron a lo largo de los siglos, incluyendo por ejemplo los palacios de Omri, los monumentos griegos y romanos, la iglesia bizantina y cruzada, terminando con los palacios otomanos. La belleza de Sebastia es su historia antigua, junto con el verdadero encuentro con la población local, que es una experiencia que todos deberían vivir. Esperando el regreso de los turistas, Pro Terra Sancta, socia de la Asociación Italiana de Turismo Responsable (AITR), está invirtiendo en un turismo aún más inclusivo y abierto, sin barreras y al alcance de todos.
