Esta Navidad te traemos a Belén. Pero no solo: te llevamos al Belén de hace 2000 años. ¿No te lo crees? Te sorprenderemos. Acabamos de terminar de preparar "Belén atrás en el tiempo", un producto extraordinario, resultado de un trabajo meticuloso que duró años de investigación.
Ya lo hemos hablado, anticipando en nuestra revista la investigación realizada por nuestra colaboradora Raffaella Zardoni, y hoy es el momento de mostrárnosla. Gracias a la valiosa colaboración del Studium Biblicum Franciscanum, el Dr. Zardoni intentó reconstruir todos los cambios que el lugar del nacimiento de Jesús ha experimentado hasta hoy. Lo hizo cuidando cada detalle, cada aspecto que te ayudará a sumergirte en una historia milenaria llena de cambios.
Lo que proponemos es un verdadero viaje en el tiempo: desde la primera Navidad hasta hoy, pasando por las cuevas que albergaron el nacimiento del Salvador hasta el complejo monumental construido hoy en el pequeño pueblo palestino y donde viven tres comunidades cristianas. Esto es, solo es correcto especificar, hipótesis, pero todas son corroboradas a lo largo de los años por investigaciones científicas escrupulosas y estudios autorizados. Es un viaje en etapas que puede seguir en nuestro sitio web o en nuestra página de Facebook.
¿Por qué decidimos hacer un producto de este tipo? Porque creemos que la misión de ATS pro Terra Sancta es también, y sobre todo, esto: crear vínculos entre Tierra Santa y el mundo. Con los videos que les propondremos semana a semana, trataremos de llevarlos allí, para hacerlos vivir y respirar la atmósfera de un lugar pequeño, pero donde comenzó la salvación de la humanidad.
San Francisco dijo que no podemos amar al Señor sin amar los lugares que el Señor ha cruzado. Aquí, "Belén atrás en el tiempo" tiene precisamente este propósito, combinado con una investigación académica única y preciosa de su tipo.
Gracias, por lo tanto, a Raffaella Zardoni y a todos los que nos ayudaron a hacer este producto. Estamos seguros de que te gustará. Y ahora síganos, hasta Navidad, en este viaje excepcional en el tiempo. Vivir esa noche que cambió el mundo y empatizar con María y José, mientras cuidaban a ese amado hijo de Dios.
Será una forma, esperamos, de querer también un poco más de bien en esos lugares, y la gente, que tratamos de mantener.