La profunda crisis educativa que afecta a Siria nos lleva a sentir la necesidad de un compromiso en varios frentes. En Alepo hemos creado el Autobús de la Vida, una escuela itinerante que lleva a decenas de niños de la ciudad de vuelta a sus pupitres; el mismo espíritu educativo nos llevó a Knaye y Yacoubieh.
Aquí apoyamos la actividad de las dos pequeñas escuelas dentro de los conventos de Knaye y Yacoubieh, con sus 50 estudiantes, para quienes esta es la única oportunidad de recibir educación. Poder asistir a la escuela es fundamental para estos niños y jóvenes: es uno de los pocos lugares donde pueden concentrarse en su proceso de crecimiento y en sus sueños y deseos, lejos de la continua exposición a bombardeos, destrucción y muerte.
Pro Terra Sancta también ha financiado el único jardín de infantes de la zona para la compra de materiales didácticos y la renovación de algunas instalaciones dañadas; el objetivo es asegurar un futuro incluso para estos niños que tienen casi imposible acceder a la educación, el primer verdadero medio de autodeterminación y libertad.
Además, en el convento de Knaye hemos establecido un Centro de Emergencia y Asistencia Social, gracias al cual podemos distribuir alimentos, medicinas, vales para comprar combustible para la electricidad y calefacción, ropa, productos de limpieza e higiene, pañales y leche en polvo para bebés. Junto al centro, hay un proyecto de ayuda y asistencia post-terremoto, para ayudar a las familias que se han quedado sin hogar o cuyas viviendas han sufrido graves daños y necesitan reparaciones urgentes; gracias al proyecto, Pro Terra Sancta ha podido reparar 118 casas y ayudar a 240 familias, proporcionándoles también acceso a agua, electricidad y calefacción. El compromiso de reconstrucción también ha involucrado a las iglesias de Knaye y Yacoubieh.