Si habéis tenido la ocasión de pasar un poco de tiempo en Tierra Santa os habréis decepcionado seguramente cuando, queriendo disfrutar de un sábado en Jerusalén, habréis encontrar cerrados casi todas las tiendas y restaurantes de judíos. O bien, os puede haber pasado el querer dormir una hora más el domingo pero habréis tenido que renunciar a vuestro propósito despertándoos por el insistente tráfico de un día normal laboral o por el alboroto de los chavales con sus mochilas en la espalda de camino al colegio.
El calendario judío
En Israel la semana sigue el calendario judío, según el cual el “Sabat” (de ahí “sábado”), es el día de descanso principal y no está permitido desarrollar ningún tipo de actividad. Empieza el viernes por la tarde y dura hasta el ocaso del sábado. En otras partes de Tierra Santa, en Palestina o en Jordania, por ejemplo, encontraréis muchas tiendas cerradas el viernes porque es el día de oración y de descanso de los musulmanes.
A diferencia de Europa, en Oriente Medio están estrechamente unidas la religión y la sociedad. No hay diferencia entre la religión y la vida civil ni en Israel ni en los estados árabes. Consecuentemente, se ha establecido que un día está prohibido trabajar. Nadie (o pocos osados), infringirán esta ley. Lo mismo durante las fiestas, muy celebradas y respetadas.
Los Cristianos de Tierra Santa
Como todo el mundo sabe Tierra Santa también es la tierra de Jesús y, por tanto, desde hace siglos viven también los cristianos. Descansan los domingos, como en Occidente pero, siendo una minoría (el 1%) llevan ritmos distintos. También ellos participan en las fiestas relacionadas con los lugares físicos de la vida de Jesús, de su madre, de los apóstoles y de los Santos y que, por ello, adquieren matices totalmente diferentes a los conocidos en Occidente.
Antes de empezar el discurso sobre las festividades de los cristianos y, en particular, de las del período pascual, hay que dar un paso atrás para añadir otro detalle. Los judíos tienen su calendario solar, los musulmanes otro distinto que también es lunar y los cristianos tienen otro diferente, más bien, cinco diferentes. Por tanto, en Tierra Santa hay vigentes por lo menos siete calendarios distintos.
Las confesiones cristianas en Tierra Santa
Cuando se habla de los cristianos de Tierra Santa nos referimos más a todas las confesiones que tienen en común el hecho de creer en Cristo pero que tienen muchas diferencias entre sí. Por lo menos hay doce confesiones cristianas. Solo veremos las principales, aquellas unidas a los cinco calendarios distintos. Comparten festividades principales, como Navidad y Pascua, pero casi nunca coinciden las fechas.
Hay sobre todo Católicos Latinos. Su calendario se sigue en la mayor parte del mundo. Es el llamado “Gregoriano” en honor al Papa Gregorio Xlll. Instituyó la reforma del calendario utilizado antes, el calendario juliano. Este otro calendario es el que, sin embargo, siguen los Ortodoxos, principalmente griegos y rusos. Nos encontramos también con el calendario armeno, el copto y el etíope, originariamente unidos porque la iglesia etíope dependía de Alejandría.
Dado el gran número de calendarios diferentes es fácil imaginar la alta probabilidad de que caiga en otra fiesta un día cualquiera. Por ejemplo en el período de pascua en el Santo Sepulcro de Jerusalén habrá una procesión de católicos latinos que celebran su fiesta. Días más tarde encontraréis la misma procesión de los armenios, de los coptos, etc.
La Pascua en Jerusalén. Celebraciones
La fiesta más querida por las comunidad cristianas de Tierra Santa es la Pascua, concretamente en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Es casi imposible moverse por las calles. Por otro lado, la Muerte y Resurrección de Jesús son el centro del cristianismo y hay mucha gente que quiere celebrarla en el lugar donde tuvo lugar.
Como se lee en el Evangelio, la Pascua tiene un origen judío. La Pesah recuerda la tarde anterior a la liberación de Egipto y está unida al ciclo lunar. Por eso cae más o menos en las mismas fechas de la Pascua cristiana, cuya fecha no es fija. La Pesah cae siempre entre el 26 de marzo y el 25 de abril mientras que la Pascua cristiana entre el 22 de marzo y el 25 de abril.
Por lo que respecta a los cristianos, es muy difícil que la fecha de la Pascua Latina coincida con la de los Ortodoxos. Pasa pocas veces, como así fue en el 2017. Por eso, mientras que la Navidad tiene una fecha fija (el 25 de diciembre para los católicos latinos y el 7 de enero para los ortodoxos), la Pascua no. Este año, por ejemplo, los latinos la celebran el 1 de abril mientras que los ortodoxos el 8 del mismo mes. La diferencia aumentará todavía mas en 2021 puesto que los latinos la celebrarán el 4 de abril y los ortodoxos el 2 de mayo.
Los ortodoxos y los armenios además tienen una manera particular para el Sábado Santo en el Sepulcro de lo que no se sabe nada en Occidente. Es la ceremonia llamada del “Fuego santo” o de la “Santa Luz”. Los primeros testimonios de la aparición del Fuego Santo se remontan al siglo lV. Simboliza la luz que iluminó el Sepulcro del Señor tras la resurrección de Cristo. En los primeros siglos existía en la iglesia de Jerusalén el rito de la bendición y encendido vespertino de una vela antes de la función pascual. Tal costumbre se ha transformado progresivamente en la ceremonia del “milagro del Fuego Santo”.
Según la tradición sucede un milagro es esa ocasión. Un fuego baja del cielo (mandado por un ángel) y enciende el cirio del Patriarca que, posteriormente, difunde la luz a las demás velas de los fieles que atestan el Sepulcro. La ceremonia seguramente sea la más querida. Hasta tal punto que una antorcha se lleva al exterior para encender las velas de las demás iglesias ortodoxas en el mundo. Además, se dice que este fuego no quema puesto que parte de la celebración consiste en pasarse la vela por la cara o por las manos.