El Museo arqueológico del Studium Biblicum Franciscanum recibió ayer, 10 de octubre, un precioso objeto en donación.
Se trata de una estampa lítica para la producción de eulogias, que tiene grabadas por los dos lados las escenas bíblicas que tienen como protagonistas al patriarca Abraham y al profeta Daniel. Las eulogias son frasquitos de cerámica o metal destinados a contener una modesta cantidad de aceite proveniente de las lámparas que arden en los lugares santos. Los peregrinos, sobre todo de las iglesias de Oriente, aman llevarse estas eulogias como recuerdo de sus viajes a la Tierra Santa.
Este objeto, de gran valor histórico y artístico, ha sido hallado – según las informaciones que tenemos – en Jerusalén, en la zona de Siloam, hace ya unos diez años y ahora ha sido donado al Museo Arqueológico por un generoso coleccionista tejano, el Sr. Erich Spangenberg, gracias al dedicado interés de uno de los vendedores más famosos de antigüedades de la Ciudad Vieja de Jerusalén, que ha actuado como intermediario.
Para celebrar este hecho y en agradecimiento al donante, ayer 10 de octubre, tuvo lugar una ceremonia en la sala de la Madreperla en el Convento de San Salvador. En la ceremonia se encontraban presentes el padre Custodio Pierbattista Pizzaballa, padre Eugenio Alliata, director del Museo Arqueológico del Studium Biblicum Franciscanum, el donante y el anticuario con sus respectivas familias.
El objeto enriquecerá ulteriormente la rica colección del Museo Arqueológico, y contribuirá a hacer que avance el proyecto “Narrar la historia de la Tierra Santa”, que ATS pro Terra Sancta sostiene. También continúan en el Museo Arqueológico, las actividades de observación, catalogación y conservación previstas dentro de este mismo proyecto, con el objetivo último de realizar un moderno centro de museo, destinado a los peregrinos, turistas, estudiosos y a la población local, para hacer que se conozca y valorizar – a través de recorridos guiados y equipados – la historia de la presencia cristiana en Tierra Santa y la experiencia de la Custodia en la conservación de las huellas de la presencia de Cristo y de los primeros cristianos.
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