Solos, abandonados por sus familias, enfermos y sin la posibilidad de acceder a los servicios de asistencia: es difícil ser anciano en Belén. Como el sistema sanitario palestino depende de las ayudas externas y no es capaz de dar acceso a los servicios esenciales, la población de los Territorios palestinos sufre las consecuencias socio-económicas de la desnutrición, de la imposibilidad de tener una asistencia continuada para los enfermos crónicos, de la falta de medicamentos y de estructuras adecuadas.
En particular, no existen servicios de ningún tipo para los ancianos que no son autosuficientes, ni programas de seguridad social o fondos de pensión que puedan aligerar, aunque sea parcialmente, el peso de los gastos de las familias. Todo esto lleva a un aumento continuo de casos de ancianos que viven solos en sus casas o en centros de acogida que, por culpa de la crisis, no pueden colmar las necesidades primarias y garantizar los cuidados médicos básicos.
ATS pro Terra Sancta, sostenida por la Caritas Antoniana de Padua, ha creado un sistema para ayudar a los ancianos con enfermedades crónicas adquiriendo los medicamentos necesarios sin añadir gastos. Todos son casos de ancianos que se han quedado solos en el mundo o que no reciben ninguna ayuda de sus familias. El Franciscanum Social Services Office hace todo lo posible para cubrir mensualmente los gastos parciales o integrales de medicinas, ayudándoles a tener bajo control enfermedades como la osteoporosis, hipertensión, diabetes, esquizofrenia, Alzheimer y muchas otras que necesitan muchos medicamentos.
Gracias a este sistema y a la atención que pone ATS pro Terra Sancta desde hace años en los ancianos de Belén, éstos ya no se sentirán completamente solos en el mundo, sabiendo que la Providencia siempre encuentra una vía para superar la altura del Muro y estar cerca de los pobres.