Eran 11 voluntarios. Llegaron entre el jueves 26 y el viernes 27 de abril y se quedaron en Jerusalén hasta el 10 de mayo. Tan pronto como aterrizaron, se pusieron al servicio de la Oficina Técnica de la Custodia y, siguiendo el espíritu de la asociación, se dedicaron a las tareas necesarias sin perder el tiempo. Particularmente, dentro del Monasterio de San Salvador y en la Casa Maria Bambina para voluntarios y peregrinos, donde también se alojan los voluntarios de ATS pro Terra Sancta, así como los del Servicio Civil para proyectos de ATS.
Algunos de los de la misión, tenían habilidades específicas y tomaron parte de trabajos menores de mantenimiento en los dos edificios franciscanos. Otros simplemente dieron una mano y ofrecieron su ayuda: limpiaron y organizaron los galpones, y colocaron los libros en las cajas para transferir la biblioteca a su nuevo hogar.
Entre mayo y julio, llegarán a la Tierra Santa otros cuatro grupos de voluntarios de la asociación: un total de cuarenta personas, cubriendo sus propios gastos, han decidido dedicar dos semanas de su tiempo para apoyar el trabajo de los franciscanos, quienes han cuidado por siglos de los lugares sagrados cristianos y de los sobrevivientes que habitan en ellos.
La Asociación “Romano Gelmini para los pueblos de la Tierra Santa”, fue fundada en 2005, y ha organizado desde entonces 37 misiones, trayendo más de 100 voluntarios a la Tierra Santa.
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