Ha sido un agosto sangriento para la ciudad de Alepo. Las múltiples fuerzas involucradas en el conflicto sirio luchan por la conquista final de la ciudad. Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, en Siria han muerto 327 civiles desde el 31 de julio hasta hoy. Entre ellos, 76 niños y 41 mujeres.
“No hay electricidad, como siempre, y falta de agua, otra vez”, dijo el Padre Ibrahim a Radio Vaticano. “Todo cuesta mucho, y en días recientes las dos áreas fueron evacuadas y muchas personas tienen que dormir en las calles o en tiendas de campaña”.
Sin embargo, el trabajo de la comunidad franciscana no se detiene. “Es un milagro poder distribuir la bolsa de comida mensual a las familias necesitadas. Un milagro y la Divina Providencia…”
La Asociación continúa sosteniendo su esperanza.