Después de las cúpulas de la nave izquierda y de las dos ábsides laterales, ha terminado la semana pasada también la intervención de limpieza y de restauración de la cúpula central de la Basílica del Getsemaní. Los esplendidos mosaicos en oro y vidrio han vuelto a resplandecer, gracias al paciente trabajo de los jóvenes locales que hacen el mosaico, involucrados en el curso de formación a la restauración.
Ahora se sigue con la segunda cúpula de la nave lateral derecha, aquella que tiene el símbolo de Alemania (en cada una de las cúpulas se encuentra un símbolo que da testimonio del enlace con las diferentes naciones o comisariados de Tierra Santa, y la contribución que ellos dieron para la construcción de la Basílica).
El proyecto “Getsemaní: preservar el pasado y preparar el futuro” – coordinado par ATS pro Terra Sancta en colaboración con el Mosaic Centre de Jericó y el apoyo del Consulado de Italia en Jerusalén – es un proyecto que conjuga la restauración con la formación. De hecho, se quiere, al mismo tiempo, conservar de manera lo mejor posible, esta bellísima Basílica, que ahora en tiempo de Cuaresma, está visitada por peregrinos aún más de lo usual, y dar a seis jóvenes locales la oportunidad de aprender el arte de la restauración del mosaico.