La semana pasada los seis chicos de Jerusalén involucrados en los trabajos de restauración de los mosaicos de la Basílica de Getsemaní han tenido la oportunidad de participar en unas clases con un anfitrión de excepción, el profesor Alessandro Lugari de la Superintendencia Especial para los Bienes Arqueológicos de Roma. Este notable mosaicista italiano ha colaborado en el pasado con el mismo laboratorio de mosaicistas que se había ocupado a principios de siglo de la realización de los mosaicos originales de Getsemaní y posteriormente de su restauración. Apoyándose en esta experiencia, ha ofrecido a ATS pro Terra Sancta, en el ámbito del proyecto del PMSP, un ciclo de encuentros sobre mosaicos antiguos y modernos, apasionando no solamente a los jóvenes restauradores sino también a sus profesores del Mosaic Centre de Jericó. El curso ha sido parte de las actividades de formación y restauración del proyecto “Getsemaní, conservar el pasado y formar el futuro”.
El profesor Lugari, entre los mayores expertos italianos en mosaicos parietales, ha formado parte de proyectos de restauración de mosaicos en todo el mundo, desde el norte de África hasta Latinoamérica. Ha trabajado desde joven al lado de los mayores expertos del sector, entre ellos Fabrizio Cassio y Carlo Meloni, de quienes afirma haber aprendido muchísimo y precisamente por este motivo siente la necesidad de transmitir su bagaje a las nuevas generaciones.
Según las palabras del mosaicista italiano “la mayor satisfacción para los jóvenes que se embarcan en este trabajo es ver y tocar con sus manos el resultado de sus propios esfuerzos, que no puede prescindir del conocimiento, del trabajo y del esfuerzo”. Precisamente el conocimiento de los mosaicos antiguos y de aquellos más modernos, junto al análisis del contexto histórico en el que nacen, fueron los temas principales del curso.
Al final del ciclo de clases el profesor Lugari se declaró profundamente satisfecho, ante todo porque es consciente de la importancia de esta iniciativa para los jóvenes de la zona, para quienes no es frecuente conocer expertos internacionales; pero la satisfacción se deriva sobre todo del interés mostrado por los jóvenes: “Se han mostrado muy atentos y curiosos”, afirmó el docente, “y me alegro de que puedan regresar al trabajo enriquecidos por todas las nociones adquiridas a través de esta experiencia”.