[Da custodia.org] Mientras han comenzado los trabajos del Terrasancta Museum en los lugares destinados a acogerlo, fray Sergey Loktionov, archivero de la Custodia, prepara los documentos del Archivo que serán expuestos. Entre ellos, los firmanes, ordenes o decretos publicados por el Imperio Otomano. Es imposible reconstruir la historia de la presencia cristiana en Jerusalén sin hablar de los firmanes.
El fondo de los Firmanes de la Custodia es de una riqueza excepcional tanto por el número –«Se han catalogado 2.743, otros lo serán próximamente», precisa fray Sergey-, tanto por la calidad de conservación y artistica.
Uno de los más preciosos de la colección de los franciscanos será expuesto en el museo. Pertenece a la colección «Gold», los firmanes miniados en un folio de oro. Pero tal documento no se puede exponer sin tomar las debidas precauciones: una teca hermética con su estructura metálica y anticorrosiva, asegurarà la estabilidad higrométrica a pesar de las variaciones exteriores.
Antes de colocar bajo el vidrio este firmán, ha sido necesario restaurarlo. Es un firmán que trata de algunos derechos concedidos a los franciscanos en el Santo Sepulcro. Fray Sergey ha contactado con dos restauradoras de laboratorio «Consorzio Indaco» (Italia); una, Chiara Lancini, especialista en pergaminos, y la otra, Ilaria Mensi, en tejidos. En una sala del convento de San Salvador, el firmán se ha colocado en una mesa, el papel hacia un lado y el tejido hacia otro. Parece casi una sala de operaciones: cinceles, tijeras, pinzas, guantes blancos y hasta una pieza de hueso...
Chiara termina su trabajo sobre los bordes del papel. Ha tenido que reconstruir el material porque faltaban trozos aquí y allí. Para eso, hizo llegar a Jerusalén pergaminos de varios grosores para poder elegir el que más se acercaba al papel original. Al finalizar, su intervención se puede distinguir solo viendo el documento a contraluz. Por su parte, Ilaria trabaja sobre el tejido que estaba pegado al papel. De hecho estaban muy bien pegados, pero Ilaria y Chiara han separado uno del otro. Una operación delicada: el papel es de gramaje ligera y estaba pegado en un tejido también ligero. Tanto para una como otra restauradoras, el trabajo – tan preciso - se ha hecho más fácil gracias a la calidad de los materiales usados en siglos pasados.
«Será necesario pulir todos los firmanes», explica fray Sergey. «Mientras tanto, hemos tomado nuevas medidas de conservación para toda la colección. Algunos documentos se colocarán en vitrinas para ser expuestos en exposiciones temporales». Y prosigue: «Hemos restaurado tres en profundidad, pero todavía hay un centenar de firmanes que necesitan el mismo cuidado».
Una misión que deberá encontrar financiación externa para poder ser llevada a término.
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