Hoy, 14 de Septiembre, empezará la visita de Papa Benedicto XVI al Líbano. Estas son las palabras expresadas el domingo por el Santo Padre, durante la conclusión de la habitual recita del Ángelus:
”Tendré la feliz oportunidad de encontrar el pueblo libanés y sus autoridades, así como los cristianos de este querido País y los que provienen de los Países vecinos. Soy consciente de la situación dramática que a menudo viven los habitantes de esta región, desde hace mucho tiempo desgarrada por conflictos incesantes. Comprendo la angustia de muchos ciudadanos de Medio Oriente inmersos cada día en sufrimientos de todo tipo, que lamentablemente afectan su vida personal y familiar, a veces mortalmente. En mi pensamiento me preocupo de aquellos que, en búsqueda de un lugar de paz, dejan su vida familiar y profesional y experimentan la precariedad de los exiliados. Aunque parezca difícil encontrar soluciones a los diversos problemas que afectan a la región, no se puede resignar a la violencia y a la exasperación de las tensiones. El compromiso para un diálogo y para la reconciliación tiene que ser una prioridad para todas las partes involucradas, y debe ser apoyado por la comunidad internacional, cada vez más consciente de la importancia que tiene para el mundo entero una paz estable y durable en toda la región. Mi visita apostólica al Líbano, y por extensión en el Medio Oriente en su conjunto, se coloca bajo el signo de la paz, en referencia a las palabras de Cristo: "Mi paz os doy" (Juan 14, 27). ¡Que Dios bendiga el Líbano y el Medio Oriente! ¡Que Dios os bendiga a todos!”
En el curso de la visita en el País de los cedros, el Papa signará la exhortación apostólica post-sinodal, que ratifica los trabajos del Sínodo de los obispos para el Medio Oriente, hecho en Vaticano en Octubre 2010.
Recordamos a todos los amigos pro Terra Sancta que ATS pro Terra Sancta está presente también en el Líbano, en apoyo a las obras que los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa desarrollan en la región, así como en la vecina Siria, que actualmente es escenario de conflictos y de destrucción. Nos unimos a la oración del Santo Padre por las poblaciones de estos países y, en particular, por aquellas probadas por situaciones precarias y de sufrimiento.
