En un departamento muy cerca del Santo Sepulcro de Jerusalén viven Issa y Nahla, una pareja de ancianos que comparten la casa con el más joven de sus cinco hijos, Feras. Este último perdió una pierna en un accidente y no puede trabajar. Por lo tanto la familia se encuentra en serias dificultades económicas, y el departamento en dónde viven se encuentra en pésimas condiciones. Resulta necesaria una restructuración de los espacios, en particular del revoco de los muros dañados por la filtración de humedad del exterior, que aumentan el riesgo de que empeore la salud de Issa, Nahla y Feras.
La historia de esta familia es solo una entre las tantas historias de la comunidad cristiana que vive en la Ciudad Viejas de Jerusalén. De hecho prevalecen graves situaciones de incomodidad, causadas particularmente por la gran densidad de población, por la falta de mantenimiento de las estructuras comunes y por la ausencia de servicios higiénico -sanitarios básicos. Muchos grupos y núcleos familiares viven actualmente en un estado de gran abandono y pobreza, y tal incomodidad genera además situaciones de inestabilidad social, aumentando los riesgos relacionados al consumo y al tráfico de drogas y a la criminalidad organizada, sobre todo por parte de los más jóvenes y vulnerables.
Mediante el proyecto “Jerusalén, Piedras de la Memoria”, ATS pro Terra Sancta enfrenta la necesidad concreta de muchas familias para que tengan casas dignas en su tierra, respondiendo a una verdadera emergencia humanitaria y habitacional. De esta forma se pretende al mismo tiempo dar un rostro justo a esta ciudad, considerada por todos el centro del mundo.
Algunos ejemplos concretos de los costos requeridos para realizar las reparaciones, sin olvidar que cada trabajo tiene su propia historia y presenta condiciones logísticas y de construcción diferentes, son: 6 euros: un bulto de cemento; 40 euros: un lavabo; 50 euros: salario diario de un operario; 60 euros: 10 m2 de loseta; 270 euros/m2: para reparaciones en departamentos ubicados en edificios más recientes (en cemento armado y losetas de cemento); 370 euros/m2: para reparaciones en departamentos localizados en edificios históricos (en piedra, con determinado recubrimiento); 2.500 euros: remodelación de los servicios higiénicos en un departamento.
El proyecto permite, además, un compromiso cada vez mayor de la población local, sobre todo en lo que respecta a la formación de obreros locales, bajo la coordinación de la Oficina Técnica de la Custodia de Tierra Santa. A los técnicos, de hecho, se les apoya con expertos, con el doble propósito de crear fuentes de empleo a corto plazo y de invertir en el futuro: la formación de nuevos obreros especializados permitirá crear un verdadero y propio patrimonio de experiencia y conocimiento reutilizable para futuras reparaciones.