"Soy una madre, y me quedo en casa la mayor parte del día para estar al día con los niños, la limpieza, y el funcionamiento de la casa, pero esta actividad da una nueva dimensión a mi tiempo. Ahora estoy feliz de trabajar y ser un artista con productos hechos a mano." Éstas son las palabras de Ameera, después de haber visto por fin los primeros frutos del proyecto “Harina Belén", el cual se origina del deseo de apoyar familias cristianas en Belén y de animarles a permanecer en la Tierra Santa, en un mundo profundamente marcado por el conflicto y por las dificultades de convivencia entre las diferentes culturas.
El proyecto, que se desarrolla dentro del proyecto 196/14 "Mujeres, los jóvenes, los ancianos. Apoyemos a los más necesitados de Belén ", financiado por la COMISIÓN 8 × 1000 de la Conferencia Episcopal Italiana, que atrae a las mujeres de Belén, que participen en enfoques locales sobre la actividad artesanal y el trabajo dirigido a la formación de una pequeña cooperativa para la producción.
A partir de octubre de 2015, el personal de la Asociación Pro Terra Sancta se ha reunido con los coordinadores de esta iniciativa, Gloria Nasser, una trabajadora social en la Escuela de San José en Belén, y Marta Ferrari, una profesora de italiano, para identificar a las personas interesadas en participar en las actividades del proyecto. Después de haber reducido el grupo de participantes a cinco mujeres locales especialmente interesadas y motivadas a participar, el equipo comenzó a reunirse regularmente en las oficinas de la asociación para compartir ideas y propuestas y definir con precisión el tema del proyecto, sus características y el modo de su realización.
Surgieron de inmediato los diferentes talentos y diferentes puntos fuertes de las mujeres participantes, que han demostrado una buena imaginación y una gran voluntad; Las diferentes propuestas se hicieron después de realizar un análisis de mercado, con el fin de encontrar el producto adecuado para pasar a la segunda fase.
Se centra principalmente en la mejora de la artesanía local y de la especificidad de un lugar tan significativo como Belén para definir, en enero de este año, el producto final: una bolsa completamente llena por los participantes con el logotipo y el título del diseño de bordado a mano. La bolsa contiene 500g de harina de Beit Sahour, el lugar donde se encontraban los campos bíblicos Boaz en aquel entonces, que se mencionan en el libro de Rut. Con esta mezcla, según la receta indicada en el prospecto atado al cordón de la bolsa, se puede preparar el pan de pita típico de Belén.
Después de la realización de los modelos finales, en abril ha comenzado la producción en sí, lo que conducirá las mujeres a batir a alrededor de 200 bolsas durante el verano, puesto a la venta para la llegada de grupos de turistas y peregrinos.
Gloria, la coordinadora, dice que está "muy contenta con este proyecto, con la gran voluntad por parte de todos los involucrados, quienes desean ayudar a nuestras familias en Belén", y ve al proyecto, el cual está creciendo poco a poco, es "una oportunidad para el trabajo importante para las mujeres de nuestra ciudad".